Hoy vuelvo a mi obra y rescato un poema ya antiguo.
Hay un tiempo de espera,
ventanas, equipajes vacíos,
a veces.
Vasos de wisky y palabras tachadas,
al paso de las horas o los cuerpos.
Tampoco la memoria
descubre la sorpresa o la banalidad
de una sonrisa
látigo que se hunde en la carne
o en mi voz.
De Par (1993)
hermoso blog, hermoso poema. te felicito!
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