Pensé, ya ves qué cosas,
que había una esperanza
más allá del deseo,
más allá del desorden
de cada madrugada
en la cama deshecha,
en el cuarto dormido.
Pensé, sí, lo confieso,
aunque yo ya sabía,
me habían advertido,
del dolor de pensar
que sólo calma el tiempo.
De Sin tiempo (inédito)
que había una esperanza
más allá del deseo,
más allá del desorden
de cada madrugada
en la cama deshecha,
en el cuarto dormido.
Pensé, sí, lo confieso,
aunque yo ya sabía,
me habían advertido,
del dolor de pensar
que sólo calma el tiempo.
De Sin tiempo (inédito)
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