Y hablamos largamente,
fue necesario, útil.
Repasamos las noches,
los días, las ausencias.
Volvimos a contar
lo que un día olvidamos
una aguja en un labio,
un puñal, un silencio.
Todo lo que fue herida
quedó en aquella mesa
las tazas de café
y el viento del otoño.
De La espera inevitable
fue necesario, útil.
Repasamos las noches,
los días, las ausencias.
Volvimos a contar
lo que un día olvidamos
una aguja en un labio,
un puñal, un silencio.
Todo lo que fue herida
quedó en aquella mesa
las tazas de café
y el viento del otoño.
De La espera inevitable
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