Caminar cada día,
atravesar calles macilentas,oscuras,
acechar portales en penumbra
que ocultan ojos y voces sin memoria.
Caminar para encontrar el centro,
el lugar donde confluye el tiempo
y los deseos
de todos los que la vida expulsa
de su seno.
Caminar para encontrar la tarde
o la noche incierta de los parques
donde encuentran refugio los que fueron.
Caminar cada día para saber
que el mundo ya no es nuestro.
De La espera inevitable
atravesar calles macilentas,oscuras,
acechar portales en penumbra
que ocultan ojos y voces sin memoria.
Caminar para encontrar el centro,
el lugar donde confluye el tiempo
y los deseos
de todos los que la vida expulsa
de su seno.
Caminar para encontrar la tarde
o la noche incierta de los parques
donde encuentran refugio los que fueron.
Caminar cada día para saber
que el mundo ya no es nuestro.
De La espera inevitable
Precioso poema,conciso pero claro.
ResponderEliminarLevantas una piedra y surge la palabra.
El caminar como el transcurrir, ese irse inevitable, ese exiliarse casi imperceptible del mundo. Esto es alta poesía María Cinta, con esa palabra tan desnuda.
ResponderEliminarEstimada Cintia, no sé de qué otro modo contactarte,y lamento hacerlo así a los apuros, pero me he encontrado con tu libro "El otro petrarquismo" en internet, y no me es posible adquirirlo en Amazon para Argentina! Y necesito uno de los textos para una presentación de poetas italianas; quiero incluirlo porque tu libro me parece maravilloso. Si llegas a ver esto en breve, te pido encarecidamente me contactes! Gracias! Paulina. Mi dirección: esperando_a_godot@hotmail.com.
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