De poco valen las palabras
que explican la mañana
o la luz del ocaso
de los días de viento.
Los metales envuelven
el silencio de las bocas torcidas,
de las gargantas rotas
más allá del estruendo
del dolor de la carne
del recuerdo.
De Desconcierto
que explican la mañana
o la luz del ocaso
de los días de viento.
Los metales envuelven
el silencio de las bocas torcidas,
de las gargantas rotas
más allá del estruendo
del dolor de la carne
del recuerdo.
De Desconcierto
¡Gran poema, amiga, en el que pones los límites de la palabra frente al dolor de la carne y la nostalgia!
ResponderEliminarGracias Antonio
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