Solo un soplo de aire
solo una vibración de la ventana
la luz interminable
en el instante
en el centro del ojo de la tarde
en el estómago.
Y después el estallido ciego
la sequedad perenne de la boca
la avidez de la muerte en la calzada.
DE La voluntad de los metales.
solo una vibración de la ventana
la luz interminable
en el instante
en el centro del ojo de la tarde
en el estómago.
Y después el estallido ciego
la sequedad perenne de la boca
la avidez de la muerte en la calzada.
DE La voluntad de los metales.
¡Qué delicadeza para hablar de la vida y su fugacidad, querida María Cinta!
ResponderEliminarMuy buena latrayectoria entre el punto de la ventana interior y el accidente en la calle.
ResponderEliminar