BLOG DE MARIA CINTA MONTAGUT

lunes, 27 de febrero de 2012


Nadie sabe quién vendrá
a recoger los frutos agostados
de este tiempo oscuro.
Las cifras desbocadas
cabalgan por la espalda de los días,
ocupan el olor de los quirófanos
y traspasan los ojos de la noche
mientras alguien
clava agujas y cose las ventanas
con el hilo amarillo de la noche.
Nadie sabe quién vendrá
a rescatar la voz de las quimeras
enhebrada en los mástiles agudos
en las azoteas de los rascacielos
mientras en las aceras
los perros husmean la sangre ya reseca
de las hormigas blancas de las alcantarillas.
Y la sed
se instala para siempre en las gargantas.


De  La espera inevitable

No hay comentarios:

Publicar un comentario